martes, 15 de diciembre de 2009

Confesiones





Cada coyuntura, cada pliegue de mí te necesita. Eres mi cáncer. Una glándula más que secreta sustancias innecesarias, que me hace mal. Me deformas desde dentro. Invades mis órganos y, debo admitir, por más botellas de vino que me tome, nada cambia.

Tus huellas en mi cuerpo buscan su origen. Los labios secos pretenden lubricarse sólo con tu beso. Mi mano no me engaña, por más que emule tu recorrido sobre la piel.

Ya no apareces en mis sueños porque estás aquí, en los pensamientos aleatorios, en los más abstractos, en la esfera banal. Las notas que escucho, no me crees, pero se aíslan por tonos y me traen tu voz.

¿Dónde están los límites de la razón?

Tú me separas de mí. Me robas a lo otro, que es ausencia. Nunca estarás ni estuviste y contigo me voy yo, contigo yo me voy de mí.