miércoles, 25 de noviembre de 2009

Paranoia Ambulante no llena el Plato



No siento las piernas o los brazos, cuesta ser, y con la tarde linda que está haciendo. Me pregunto, ese último mensaje enviado, habrá causado problemas, espero que no…hay que trabajar, son seis cuentos esperando el turno para ser destrozados o simplemente, darles el Ctrl.E y supr…no  hay mucho con lo cual lidiar.
V hay que escribir… espero estés bien…
Que cáncer que soy, ni para suicida doy…aja, poeta entonces he de ser…no ya lo he sido y ese arrume de cuadernos y apuntes son una maldición en las mudanzas, que los tiro o no los tiro, que se quedan conmigo, eso es lo que vengo siendo, coño pero como pesan las cajitas con los dichosos apuntes y poemarios, creo que pesa más la pretensión que el contenido. Como siempre, esos son los temas recurrentes, los del tiempo, los de ser, los de no poder estar como se debe, el tiempo, la forma, el espacio entre lo que anhelamos y lo que somos, y de nuevo el fetiche, eso de ser…no podemos, finalmente eso no se puede, eso es lo que somos, maquinas de negación. Donde queda el absurdo allí quedan los motivos de los demás, de nosotros, que venimos siendo los otros para ellos para los que estamos en todos los agujeros… no, de nuevo da hambre, eso es mal síntoma, quiere decir de alguna mala manera que estoy aquí conmigo…como me aburro conmigo mismo, eso de repetirse tanto, cosas de ser siempre lo que no se puede, el fingimiento, la apariencia, caminar sin rumbo hacia el lugar común de caminar sin rumbo, dando tumbos sobre las frases que los demás han vivido, la jarra de agua que todos conocen y de la cual quieren hacer la gran historia, la vida que no es una gran historia, las historias que no pasan de ser chispazos, V tu eres ese bang, deslumbra… creerle a los chismosos acreditados, saber que ellos no saben de razones, sin embargo hacen razones de todos ellos, los que se prestan, me voy a morir de hambre hoy, toca ir donde la Doc a corregirle esa marranada de novela: Imagínese ustedes una novelita llamada…les cuento en persona, voy y me tiro la benefactora…
Y ahora, veo tu espalda en todas las espaldas de los que caminan frente o detrás de mí. Veo, no, ya no veo nada…que tembladera rara, un rebote de mierda, ya me cansé del sol…