jueves, 29 de enero de 2009

MARIPOSA TECNICOLOR


Me importa un cacahuate que la Cultura Ciudadana sea tema apropiado para mitigar la ola de violencia que se presenta en la capital, me importa muy poco que se siga presentando ponencias donde se siembre el dedo en la llaga ante las criticas desmedidas del Señor Alcalde de Bogotá Samuel Moreno aunque pretenda sumir sus zapatitos de Arturo Calle en un estrado del Palacio Liévano en un concejo de seguridad donde construya medidas absurdas para erradicar lo que según el se presentan en los barrios más vulnerables de la capital, me ahogo con esos temas, quiero imaginarme que por está puerta entre esa Mujer mística que me encapsula con su olor a jazmines, cerezas, fresas, chocolate con extremo pistacho para dejar que mis pensamientos se mezclen por su rostro de Mujer arriesgada, creativa, inteligente, persuasiva y adorada. Si cada minuto que pasa de mi jodida existencia nunca dejo de pensarla, no se si fue está plataforma clichuda y pegajosa que me atora mi respiración cada vez que se cultiva una mágica amistad. Si ¡Usted! 7x3 que me enseño que todavía se construyen sesudas interpretaciones de lo complejidad de la vida, no se hasta cuando tendré que erradicar ese sentimiento, a lo mejor puede anclarse en un Océano Atlántico o por las calles históricas de Cartagena de Indias y bailar al son de un bolero o de un pegajoso ritmo caribeño pero lo que si se, es que está berrinchuda cabeza se va a explotar aunque me queden en mi bolsillo unas cuatro almendras para lograr triturar está ansiedad presente como un espectro electromagnético que se difumina al entrar en un choque cerebral. Usurpar su corazón blanco solo me serviría para demostrarme que se puede sucumbir a las ondulaciones perfectas de su alma y penetrar unos cuantos barriletes para darle una sensibilidad de alegría, tristeza y cariño. O sencillamente sentirme como el chavo del Ocho tratando de encontrar su eterno amor entre la Chilindrina y la Popis o que salga en un primer plano Don Ramón zarandeando mi camiseta por ser tan sonsito y pretender caer en el juego de la ruleta rusa de los sentimientos. Salgo de aquel lugar y ciento como el viento se avispa atrapando a cada instante papeles que se elevan y se tiran hacia el asfalto es como si el efecto Mariposa sufriera una mutación instantánea del futuro adstrato de la sabiduría de su mente.