jueves, 12 de marzo de 2009

PERVERSIONES


Suenan las llaves y sacas ese maligno cigarrillo que se encuentra entre la etérea insoportable levedad del ser, que terrible es está putada de espera, si cabeza ¡no me jodas más! ya sé que tendré que desvanecer este amor por un chapuzón de aguas negras o a lo mejor dejarlo bajar para que se encarrile por una fuente cristalina de sentimientos encapsulados. Se repite constantemente este mismo pensamiento mientras espero mi buseta para darle un perfecto asesinato a la Mujer que quito las ganas de seguir amando, paso por la rendija un billete equivalente para sustituir un espacio aceptable entre los estrujones y las manos rapiñas de los ladrones, suelto un bostezo y dejo que la cavidad vuelva acomodarse. Ahorrándome la mitad de mi historia, soy un escritor desquiciado

Él es Andrés Kloster el tipo que maquina en su cerebro los crímenes imperceptibles por las calles de la capital, saca de sus bolsillos unos cuantos apuntes con tinta negra desleída un número telefónico se asoma en forma despectiva de su próxima victima, su nombre Luciana B a diferencia de lo que encontró en las antiguas victimas está tiene algo demasiado especial en su sensualidad la manera como sus gestos adoptan expresiones móviles de una perfecta ladrona de sentimientos, sus coqueteos infunden miradas extrañas entre los vecinos de altos de cazuca y los piropos son plato de mesa cada vez que sus piernas sueltan el místico taconeo. Ahorrándome la mitad de su historia, es fotógrafa de Penes.

Era viernes en la noche su extraño rostro era diluido entre las miradas secas de los pasajeros que estaban atónitos por su forma de vestir y su melindroso canturreo al ritmo de cada canción sonada en la radio, el tic tac de sus dientes hacían triturar el frio que se mezclaba por la rendijas de las pequeñas ventanas transformadas en pañetes gargajos y señuelos de dedos melcochudos por individuos grotescos y narcisistas, el teléfono arranco a sonar pasando la Avenida diecinueve con una tonalidad navideña aunque Luciana viviera todavía en la ultima etapa del ciclo que se repite cada año con la congelación de risas y regalos.

Una voz gruesa trajo una intimidación eterna en sus ojos, palabras claves de su dirección y un número de búsqueda de su apartamento. Ella llego justo en la cuadra exacta a la hora perfecta en que sus vecinos discutían con el gremio travesti que se posaba en uno de los pisos del altillo del edificio, a decir verdad a ella nunca le molestaban aunque su insomnio lograba controlarlo con los maullidos de placer de aquellas que se hacían sentir Mujer por hormonas explotadas dentro de una cantera.

Esa noche no pasó nada, ni la siguiente. Confesó que era virgo y que la luna en fase menguante afectaba su erección. Solo hasta el miércoles de la segunda semana, en mi apartamento, conocí sus 30 centímetros de verga empinada. Se portó bien hasta cuando monté mi cámara ¡Su maravilla desapareció! Que lástima, se tiró la foto.

Se alejó y vi sus nalgas redondas y sugerentes que terminaban en dos piernas secas. Pensé que ese pene poderoso en la adolescencia seguramente tomó carne prestada de otras partes para no explotar. Una maravillosa obra de arte.

Ya había fotografiado antes penes de enanos, travestis, anoréxicos, gordos, fisicoculturistas, ancianos y hasta el de un hermafrodita pero ninguno como el de Kloster, claro en su máxima expresión. Quería fotografiarlo, quería esa verga atrapada en mi cámara. Woff el asunto me perturbó realmente.

-No entiendo tus fetiches, ¿por qué no le tomas la foto a otro y ya? (me recomendó unas terapias de video).

-No es fetiche

-Mira, es normal, uno siempre tarda en aceptar sus perversiones

-¿Quieres algo de comer? (en la cocina, flácido, pensé en Juan Luis Guerra)

Perdí la cuenta del número de conversaciones que le soporté sobre los diezpasosparaserfeliz, sonreírunimándebuenaenergía y túpuedesseranyelinayoli.

Intentamos sexo tántrico, yerbateros y hasta asesoría psicológica. Funcionó, pero para la foto, nada. No me di por vencida.

Días antes de mi insistencia en hilvanar la historia, llegó a la casa un interesante articulo en la sección de salud: Erección postmortem. Consecuencia de ahorcamiento Vertical.