martes, 2 de diciembre de 2008

LOS SENTIMIENTOS


La gente corre y corre hasta dejarse caer por los estrujones y la angustia de llegar a la cita de sus vidas, tal vez la de algún amor que después de muchos intentos logra zafarla de la rutina cotidiana para dejarse mezclar por un helado o por la miradas de la gente que los observan absortos por los besos apasionados que se entregan moribundos ante los vivos, suena la voz del timbre trasero que se pierde entre una gripa atroz y los gallos por el cambio de adolescencia, en una de la sillas traseras se resguardan dos niñas gemelas, hermosas tan perfectos sus rostros como las ondulaciones de colores de las mariposas, a mi lado descansa su hombro, que carajos pretende este pedazo de cuerpo compactarse con el mió ah? su olor a Manzana sube por mi nariz como la espuma de un delicioso Vino Tinto con una absoluta ansiedad de devorarla y dejar que su aroma se penetre por todo mi brazo, ¡pero que va! esa a la cual yo deseaba que estuviera apoyada en una de mis extremidades, era solo un espejismo de la berrinchuda que me atoro la Respiración, suelto mi maletín en el lugar vació que queda a mi lado y mis manos se tornan un tanto pegajosas y heladas como si el bello recuerdo me hubiera teletransportado a esa lata de cuatro ruedas aromatizado a muchedumbre de gente que siguen sus vidas sin detenerse por que el tiempo trata de atorarse en los trancotes de una ciudad construida a veces de realismos mágicos, a diferencia de las historia de amor furtivo que se develan en los libros de Mario vargas Llosa siempre me dejo atrapar por la de aquella niña Traviesa indecisa y torturadora con Ricardito, que sonsita de Mujer jugar con los sentimientos y lo más grave es que se deje deslumbrar por el dinero, será que allá afuera existirán historias de una niña Traviesa, féminas que pretenden mezclarse en varias facetas de personalidad para cautivar a los insensatos que caen en sus garras , mientras yo sigo haciendo Zapping en busca de una diva que me eclipse con sus sentimientos y me detendré por momentos a esculcar en los amores de la capital.