martes, 11 de agosto de 2009

Cobardía

Esto cada vez se pone peor, las letras no fluyen como lo hacían antes, ni siquiera las sensaciones de ansiedad que me provocaban el saber que el blog andaba abandonado; escribir no es tan fácil cuando decides comportarte como es debido.

Llevo mucho tiempo sin pegarme una sacudida como debe ser, otro tanto sin perder la conciencia en un bar; nunca me he dado golpes con alguien, excepto una vez en el colegio en la que terminé con un brazo dislocado y el recuerdo que sirve de burla constante cada que alguien me provoca a pelear.

El cambio es inevitable, las cosas vienen de forma que siempre parecen ser las peores. Trato de ver el vaso medio lleno, pero parece que constantemente hay alguien que le quita un poquito más para desocuparlo rápidamente.

Quiero irme a tomar un Mokaccino, revolcarme en un motel barato con tres prostitutas y emborracharme mientras hago el amor con Ella.

Quiero manejar muy rápido, chocar el auto contra otro y luego coger a golpes al hijueputa que se atraviese en frente.

Quiero dejar de escribir y decidirme a hacer un tipo corriente, pendiente del fútbol, las telenovelas y el baloto.

Pero soy un cobarde.