viernes, 10 de octubre de 2008

LA VIDA SIN MI


Que sensación tan extraña la gente caminando como queriendo decir cual es la jodida actitud que deberán tener todos en este mundo frente a la muerte, porqué ninguno se detiene un instante a interrogar sus propias conciencias y de pasadita la mía, por momentos analizo la gente que entra en los supermercados recogiendo sus artículos de primera necesidad, sus pensamientos son parados en cada una de las etiquetas como si los químicos determinaran el tiempo de vida exacto de sus familias, pero que va no hace daño y lo hacen mas por gusto que por prevención, Baah nunca nadie piensa en la muerte en los supermercados, siento como el frió me hace sentir que todavía estoy vivo, que no habrá nada que me detenga y que por si algún motivo me llego a frenar encontrare a mi Ángel de la guarda suspendido en el aire con un helado de chocolate y en la otra mano un puñado de dulces amargos, rezas porque no sabes a quien rezarle, meditas por que no sabes si las clases de yoga sirvieron, huyes para que nadie lo encuentre, se moja los labios porque sabe que su alma llegara a secarlos, me importa un cacahuate tener que sentir lo que estoy siendo hoy, me vale madres como dicen los mexicanos tratar de encontrarte y nunca lograrlo, me salpican los indirectazos, sus risas, sus gestos cínicos porque nunca vivieron en sus imaginarios lo que es volver hacer niño, me importa un carajo si me desdoblo y te atormento, me entristece los arranques y las frenadas en seco, me enloquece tener que vivir cosas vacías, me sepulta las hipocresías. Quisiera estar metido en los cementerios preguntarme si ellos también querían escapar?, extraño los besos de mamá, los abrazos de papá, las tertulias con Agustina y lo complejo que se vuelve la vida, la magia que me envuelve de coqueto, los apuntes de la abuela, las arquitecturas bonitas, las bandadas de pájaros, las palabras que me encapsulan, las segundillas de las 5, las margaritas, la vida nocturna, el café con canela rayada y galletas de coco, mi asma aunque sea un mecanismo de defensa tenerla, bailar salsa, el calor de mi apartamento, la película del beso francés mas por la magia de su romance que por sus encuadres, subir a una buseta y observar a la gente, volver armar el Arma todo, salir corriendo y gritar. Y mientras todo esto sucede se vuelve cíclica mi pendejada de melancolía.