jueves, 9 de julio de 2009

CALLE 22 NARANJA AGRIA UNA MAJO EN LA BASURA.


Angelo camino por la calle 22 naranja agria, sentía el peso de los días en la maleta azul que colgaba de su mente, Angelo como todos los Angelos era un poco viento, un poco arena, un poco soledad, un poco el brillo de los ojos de aquella mujer que no dejaba de brillar en sus ojos, un poco valiente, un poco loco, un poco cuerdo, un poco el, un poco ellos. Esa noche en la que caminaba por la calle 22 naranja agria, tal vez buscando un bar, tal vez buscando un golpe, tal vez buscando un beso, tal vez buscando un hospital para que cocieran su corazón y sus zapatos gastados y cansados. La calle 22 naranja agria era un lugar hermosamente hostil, plagado de ladrones, poetas, músicos furtivos y amores restringidos, la calle 22 naranja agria estaba llena de necesidad, olía a sudor a humo olía a ansiedad, olía a naranja agria. En sus silbidos destemplados la nombraba, la anhelaba, la pedía, le gritaba, hey majo, ven, dame un beso, olvídate del pasado, el futuro es una ilusión, es pura mierda, quédate aquí conmigo hoy, hey majo, solo existe esta calle a esta hora, el mundo solo es lo que siento, hoy te siento, hoy sos mi mundo. Como si la flor a la que nombraba fuera un girasol y los silbidos de Angelo el sol, ella asomo sus ojos grandes por la ventana , ahí estaba, ella es flor, ella es hermosa, ella es lo que el siente hoy, ella es su mundo hoy, ella es el hambre de cada mañana, el hambre de cada noche. Majo como todas la flores era un poco roja, un poco amarilla, un poco amor, un poco muerte, un poco ella, era todo para el. Bajo rápidamente las escaleras de caracol, abrió la puerta llena de candados, la cruzo y se abrazo a Angelo, se abrazo a su poco de viento, a su poco de arena, a su poco de soledad, a su poco de valentía, a su poco de locura, a su poco de cordura, a su poco de el, a su poco de ellos, a todo de ella, no se besaron, no se hablaron, el abrazo fue suficiente para decirle hey Majo, hoy camine toda la tarde por la calle 22 naranja agria, me tome una botella de vino mientras escuchaba a un músico en la plaza cantando Tres agujas, ‘’no es que no te crea es que las cosas han cambiado un poco, la la la la es que ya no quiero mas nadar en piletas’’, mientras la escuchaba los árboles dibujaban tu figura, ese abrazo fue suficiente para decir, hey Angelo, sabes que hoy estuve pensando en ti mientras peinaba mi cabello, hoy estuve pensando en ti mientras le echaba el azúcar al café, estuve pensando en ti mientras encendía mi cigarro de las 6, ese abrazo fue suficiente para caminar por toda la calle 22 naranja agria sin hablar, sin besarse sin mirarse, ese abrazo fue suficiente para olvidar el pasado, para olvidar el futuro, para sentir que el mundo era lo que sentían y se sentían en ese momento, para sentir que ellos eran el mundo hoy, para sentir que la calle 22 naranja agria desaparecía, para sentir que la calle 22 naranja agria nunca mas existió desde ese día, porque ese fue el ultimo día en que se vieron, porque Majo se marchito, porque María José ya no era un poco roja, ya no era un poco amor, Majo ahora solo era muerte, era Majo en la basura, Majo debajo de la llanta de un camión, Majo debajo de la tierra, Majo con flores de muerto a cada lado, porque Angelo no quiso ser mas un poco viento, no sin Majo, no quiso ser mas un poco arena, no sin Majo, no quiso ser mas un poco valiente, no sin Majo, no quiso ser un mas poco loco, no sin Majo, no quiso ser mas un poco cuerdo, no sin Majo, no quiso ser mas un poco el, no quiso ser mas Angelo, no sin la mariposita, desde ese día la calle 22 naranja agria no pudo ser mas la calle 22 naranja agria, no con Majo en la basura, no con Majo debajo de la llanta de un camión, no con Majo bajo la tierra, no con Majo con flores de muerto a cada lado, no pudo ser mas la calle 22 naranja agria sin Angelo, sin Angelo sin Majo.